
Entrevista a Álvaro Machero
El panorama del diseño emergente español tiene ahora mismo un nuevo nombre clave: el
de Álvaro Machero.
Con un estilo que se caracteriza por un uso impecable de los metalizados, y una propuesta
de moda que se aleja completamente de lo que tenemos preconcebido como “desfile”, la
propuesta de Machero ha cautivado ya a conocidos nombres como Sara Fructuoso, Naiara
o Denna, y es solo cuestión de tiempo que se convierta en uno de los grandes iconos de la
moda emergente española.
Hoy en PREZ, hablamos con él para que nos cuente todos los detalles de “Flex Ion”, la que
ha sido su segunda colección que ya le ha traído más de una alegría.

Para comenzar, me gustaría que te presentaras de la forma en la que tu quieras, que
nos cuentes quien es Álvaro Machero.
Álvaro Machero es un chico que siempre ha buscado rodearse de creatividad. Aunque al
principio no sabía cómo definir exactamente lo que quería hacer, tenía muy claro lo que
quería crear. Así comenzó todo: con conceptos abstractos a los que intentaba dar sentido.
Álvaro, a día de hoy, ha sido mi mayor descubrimiento. Soy una persona constante,
perfeccionista, que busca superarse cada día. Amante de la moda y gran defensor de que el
futuro se construye con esfuerzo y dedicación.
Cuéntanos un poco, ¿cuándo comenzó tu amor por la moda y el diseño?
La moda siempre ha estado presente en mi vida, de una forma u otra. Desde pequeño me
encantaba crear en casa, me vestía para hacer shows frente a mis padres… Siempre ha
sido algo natural para mí. Con el tiempo, me di cuenta de que lo que más necesitaba para
desarrollarme profesionalmente era la creatividad. Así empezó todo, y lo más bonito es que
sigo manteniendo esa ilusión y ese amor por lo que hago.

¿Cómo es tu proceso de diseño para crear una colección? Cuéntamelo respecto a
Flex Ion.
El proceso suele variar bastante, ya que cada colección tiene elementos que hacen que
evolucione de forma distinta. En el caso de Flex Ion fue muy especial, porque desde el
principio tenía claro cómo quería presentarla: a través de un videoclip de baile y un
espectáculo en directo que realmente impactara al público.
Partimos de esa premisa para definir primero la estética que queríamos seguir y adaptarla al
concepto que tenía en mente. Luego comenzamos con la confección: diseñamos 10 looks
(5 en plata y 5 en dorado) y los desarrollamos utilizando la técnica del moulage, ya que
nos encanta construir las piezas directamente sobre el cuerpo. Finalmente, llegó la
búsqueda de materiales y nos pusimos manos a la obra.
Una de tus señas de identidad es el uso de metales en tus diseños, ¿cómo te vino
esta inspiración y por qué decidiste que fuera tu sello?
Para mí, la moda siempre ha sido un espacio donde experimentar e innovar. Comenzamos
haciendo vestidos con corbatas o buscando objetos inesperados para crear piezas únicas.
El metal llegó casi por casualidad, queríamos hacer un
collar, y ahí me pregunté: ¿cómo sería esto en formato vestido? Así nació el primer look.
Desde entonces, nos enamoramos de este material. Nuestro concepto gira en torno a la
idea de «la joya»: cuando alguien se pone uno de nuestros diseños, queremos que sienta
que su cuerpo se entrelaza con la pieza y se convierte en un diamante en bruto. Además, la
experiencia también es sonora; el sonido del metal al moverse nos parece increíblemente
elegante.
Hace muy poquito hiciste un evento de presentación de tu colección, que, por cierto,
enhorabuena porque fue un exitazo. Cuéntanos, ¿cómo viviste tú ese día?
¡Primero, muchísimas gracias! A mi equipo y a mí nos llena de ilusión que haya gustado
tanto. Fueron muchos meses de trabajo y teníamos claro que no queríamos hacer un desfile
tradicional. Queríamos que la gente nos recordara. Por eso, el espectáculo era una parte
fundamental.
Mis modelos no son modelos tradicionales, son bailarinas de heels, y con mi coreógrafa
Alicia creamos un show en el que todo lo que queríamos transmitir quedara reflejado. Hubo
muchos ensayos, pruebas de luces, diseño del espacio… También pensamos una
exposición previa para que la gente pudiera ver y tocar los vestidos antes del espectáculo.
Fue un trabajo muy detallado que logramos sacar adelante. Ese día lo viví de forma muy
intensa, aún tengo esa resaca emocional de la que tanto se habla. Pero ya estamos
trabajando en lo siguiente.
¿Cómo fueron esos momentos previos al desfile?
Sinceramente, creo que nunca lo he pasado peor. Los nervios eran enormes. Mi
perfeccionismo hacía que quisiera tener todo controlado, y muchas veces eso es imposible.
Pero gracias a mi equipo, logramos mantener el orden y dar el mejor show posible.
Ahora, viéndolo con perspectiva, me encantaría volver a vivirlo sin tanto nerviosismo. Todo
fue muy rápido… cuando quise darme cuenta, ya había terminado.

¿Cuál dirías que ha sido tu evolución comparando Flex Ion con Beposentia, tu
primera colección?
Beposentia nació como un trabajo de fin de carrera, fue algo muy nuevo para mí. Con
Flex Ion, en cambio, tenía claro que quería ir un paso más allá. Quería sorprenderme a mí
mismo y superar lo que ya habíamos hecho.
Me encanta soñar en grande, incluso con lo que parece imposible, y ver que soy capaz de
hacerlo realidad. En esta segunda colección hay el doble de piezas, mucho más detalle,
innovación en materiales, estructura, producción y presentación. También hemos aprendido
de los errores de la primera colección y los aplicamos para mejorar esta. Y con los errores
de esta, haremos lo mismo en la siguiente. Siempre estamos aprendiendo.
Algo que ocurre contigo, o al menos algo de lo que yo me he dado cuenta que ocurre, es
que sorprendes mucho a la gente. Tus diseños son algo que llaman siempre la atención,
sean cuales sean tus gustos o tu estilo, y eso en mi opinión es una de las claves del éxito
en este mundo. ¿Cuál dirías tú que ha sido tu truco para conseguir esto?
Creo que el truco está en no quedarse solo en “hacer una colección”. Para mí, los diseños
son el 70%, pero hay que ir más allá: pensar cómo hacer que el público forme parte de la
historia y del espectáculo.
Desde pequeño me ha encantado el baile, y nunca encontré referencias que unieran moda
y danza de la forma en la que yo lo imaginaba. Así que decidí crearlo. Ese es el verdadero
truco: construir un concepto propio, una fusión de elementos que, por separado, ya
sorprenden, pero que juntos generan algo verdaderamente increíble.
Hablemos del diseño emergente, hace poco hablando con un diseñador, me comentaba la
poca ayuda que recibís aquí en España. ¿Cual crees que podría ser una posible solución a
esto?
Con el tiempo he descubierto que el diseño emergente en España es una maravilla. No
hace falta irse lejos para encontrar formas, estructuras e innovación en la moda. El
verdadero problema es que este arte es muy caro. Hay muchísimas personas con un talento
increíble, pero sin los recursos económicos necesarios para desarrollarlo.
Creo que sería muy positivo crear más certámenes de diseño donde podamos participar,
mostrar nuestro trabajo y ganar visibilidad. La ayuda tiene que ir hacia dar oportunidades
reales.

¿Cuál ha sido el mejor consejo que te han dado y quién te lo dio?
El mejor consejo, sin duda, me lo dio mi familia: *“Sé tú mismo, que con eso vas a llegar
donde quieras.” * Me marcó mucho porque durante un tiempo sentí que tenía que hacer lo
que estaba de moda o lo que la gente esperaba.
Y también recuerdo con mucho cariño algo que me dijo una amiga y compañera Charo: *“Yo
estaré contigo hasta que físicamente ya no pueda.” * Esa confianza fue un antes y un
después para mí.
¿Cómo te imaginas el futuro de tu marca?
Sinceramente, me lo imagino —y ojalá— bastante grande. Estamos trabajando en nuestra
primera colección de accesorios para lanzar a la venta. Me encantaría cruzar el charco y
desfilar fuera de España, y por supuesto seguir desarrollando nuevas colecciones.
Queremos seguir innovando, haciendo propuestas que sorprendan y creciendo de la mano
de mi equipo… ¡y ampliándolo!
Y para terminar, ¿qué le dirías al Álvaro de hace unos años?
Le diría que confíe, que sus ideas valen y que no deje que los comentarios le afecten. Que
va a conseguir dedicarse a lo que más ama y que nunca deje de soñar a lo grande. Que es
capaz de todo
