
Si tuviéramos que definir con una frase esta Metamorfosis Season de Aitana, sin duda, la mejor forma que habría de hacerlo sería decir que ha sido un auténtico regalo para todos los fans. Y no solo para ellos, sino también para sus padres, madres, hermanos, primos o amigos que fueron a acompañar a los fans más pequeños a ver a su artista favorita. Porque si algo quedó claro es que allí había espacio para todos.
Durante las dos noches sold out en un impactante y teñido de azul Klein estadio Riyadh Air Metropolitano en el que no había ni un solo lugar vacío, la joven artista nos relató su historia. Una historia que los que llevamos con ella durante estos 8 años conocemos muy bien, y que nos recordó a través de un viaje de dos horas y media por todos estos años de música.
Un inicio cargado de nostalgia
A las 21:00 en punto las gigantes pantallas del gran escenario se encendieron y miles de mariposas empezaron a volar sobre ellas. Y entre gritos de los fans y acordes del inconfundible y ya catalogado como himno «6 de febrero«, una Aitana que hasta ahora nunca habíamos visto emergía de la plataforma. Una Aitana más segura de sí misma que nunca, más radiante que nunca, y que sin saberlo, se estaba terminando de coronar como la absoluta reina del pop de España con un show envidiable por cualquier artista internacional.
En la primera canción de un concierto siempre parece que el estadio se vaya a caer de los gritos y aplausos del público, pero esa adrenalina, por lo general, se relaja un poco durante los primeros temas. Pues bien, esto no ocurrió en el Metropolitano. Puede que fuera por el gran e inagotable fenómeno fan que mueve la catalana, por la cuidada selección de temas que hizo desatar la nostalgia de aquellos comienzos con singles como «Popcorn«, «Lo Malo» o «Teléfono«, o por que, para qué negarlo, absolutamente todas las canciones que saca Aitana se convierten en hits. Pero ningún solo segundo del show estuvo ausente de emoción.
Un concierto cargado de sorpresas
Después de ese momento, llegó la primera sorpresa de las muchas que Aitana nos tenía preparadas para esa noche. Durante aquellos primeros años, fueron muchos los que le tendieron la mano y confiaron en que ella algún día se iba a convertir en la gran estrella que ahora mismo estaba sobre el escenario, pero tanto ella como todo su público siempre nos acordamos de uno de ellos con un cariño especial. El gran David Bisbal, quien fue el primer artista que invitó a Aitana a cantar en un arena, quiso acompañar a la superestrella en su gran noche, y juntos se subieron al escenario a cantar «Si tu la quieres» y «Mi Princesa«, canción que cantaron allá por el 2018 en el concierto del cantante en el icónico Palau Sant Jordi que luego tantas veces llenaría Aitana.
Y tras ello, llegó uno de los momentos más esperados de todos sus conciertos: sus más míticas baladas. Comenzaron a sonar las primeras notas de «Con la miel en los labios«, y entre eso, y las bonitas palabras que Bisbal le había dedicado a Aitana, ya se podían ver las primeras lágrimas en el público que se multiplicaron a medida que avanzaba la canción, así como con «Vas a quedarte«.
Pero el concierto de Aitana era una montaña rusa de emociones, podías estar con la lágrima metida en ojo en un momento con tu balada favorita, que al siguiente ibas a estar saltando con «Sentimiento Natural«, por que sí, aunque esto iba de eras, entre capitulo y capítulo, la catalana nos sorprendía con algunas de las canciones de “Cuarto Azul”.
Y llegó nuestra era favorita de Aitana
Y con el público emocionado por que sabían la era que se venía a continuación, comenzaban los visuales en los que el narrador de este cuento daba paso al que sabe que es uno de los momentos favoritos del público. Como ella misma dijo durante la noche, “Saque lo que saque, siempre que estoy con vosotros o me veis por la calle, me decís que vuestro disco favorito es 11 Razones”. Y es que, querida Aitana, “11 Razones” tiene algo especial, y eso, el Metropolitano lo vio a la perfección. Todo el público gritando, saltando y bailando en el single, y preparándonos para la que se venía después: un remix de «Si no vas a volver«, «Igual«, y «No te has ido y ya te extraño«. De nuevo, un sube y baja de emociones que se podía apreciar en el público, que no habían podido aguantarse las lágrimas en la última canción, pero de pronto se les veía saltando con «Tu foto del DNI«.
Y como ella no se olvida de los mayores de la casa, que muchas veces son los que acompañan a sus niños y niñas al concierto de Aitana, su artista favorita, también tuvo preparado un momento para ellos. Como parte de los invitados al concierto, los Hombres G se subieron al escenario para cantar con ella uno de los grandes singles de todos los tiempos «Sufre Mamón«.
Tras la subida de adrenalina que provocó ese momento, unido a «Mon Amour«, llegó de nuevo el momento balada. Tras una impecable versión en directo de «Duele un montón despedirme de ti«, la artista apareció entre las gradas del público para cantar «Música en el cielo» en un Wanda Metropolitano completamente invadido por 60.000 luces azules que, con lágrimas en los ojos y con la mirada sin quitarla ni un segundo de la artista, se rindió por completo, dejando que el silencio, la marea azul y la voz de Aitana crearan un momento imposible de olvidar.
El momento Alpha
Y tras ello, y un cambio de vestuario, apareció una de las Aitanas que más nos gustan, esta vez vestida con un body azul Klein para bailar «Los Ángeles«, canción con la que dio comienzo a la era Alpha. El gran momento de «Alpha«. Con canciones como «miamor«, «En el coche» o «AQYNE«, Aitana demostró una vez más lo mucho que había evolucionado aquella niña que en la academia se ponía nerviosa por que supuestamente el baile no se le daba bien. Y entre momentos en los que vimos a la Aitana mas sensual y segura de sí misma que hemos visto nunca, que ella misma se ha encargado de convertir en insignia de sus shows, y de los que puede estar mucho más que orgullosa, llegó el turno de la mariposa.
Una gran mariposa blanca emergía del escenario mientras comenzaba a sonar «24 rosas«, uno de los momentos en los que más se respiraba esa sensación de terapia que estaba sintiendo el público, y que continuó con «Cuando hables con él«.
Aitana y Amaia, juntas de nuevo sobre el escenario
Pero antes de finalizar «Alpha«, y en un momento en el que de lo último que nos acordábamos era de que todavía quedaba algún que otro invitado, llegó otra de las sorpresas de la noche, algo que al público que vio crecer la Academia de OT 2017 le hacía tanta ilusión como a la propia artista. Amaia aaprecía en el escenario para interpretar con Aitana «La canción que no quiero cantarte», y con el que se desató la completa locura en el Metropolitano.
Y luego de ello, comenzó la fiesta final. El Metropolitano se convirtió en una macro fiesta al ritmo de canciones como «Las Babys«, «Segundo Intento» o «La chica perfecta«, que sonaron antes del grandísimo final proclamado por «Conexión Psíquica«, en donde la gente dejó por completo el teléfono a un lado para poder saltar y gritar a pleno pulmón la canción que, acompañada de miles de mariposas de papel sobrevolando todo el estadio y fuegos artificiales, puso el punto final a la gran noche que coronó a Aitana como la absoluta y completa reina musical de nuestra generación.