Carolina Herrera vuelve a brillar en Nueva York
La presentación de la colección Primavera-Verano 2025 ha sido todo un éxito.
Lucía Cubelos
Estilista, creadora de contenido y futura periodista con especialización en moda
11/09/2024 – Tiempo estimado de lectura: 7 min
Uno de los platos fuertes de la Semana de la Moda de Nueva York es siempre el desfile de Carolina Herrera. Esta vez Wes Gordon, que además celebraba su quinceava colección para la globalmente conocida firma, ha presentado su propuesta para la próxima primavera.
En el jardín del icónico número 28 de la Liberty Street de Nueva York, conocido anteriormente como el One Chase Manhattan Plaza, se ha convertido durante unos minutos en lugar donde todas las expertas en moda tenían el ojo puesto, expertas de la talla de Anna Wintour, Karlie Kloss o la mismísima Carolina Herrera, quien vestida en un traje gris ha disfrutado de una oda espectacular tanto a la naturaleza como a la historia de su firma. Wes Gordon ha escogido uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad americana para presentar su propuesta de primavera-verano 2025, una propuesta completamente a la altura del rascacielos donde se hizo el desfile.
Lo cierto es que siempre hablamos de la dificultad que tiene continuar con el legado de una firma mientras que al mismo tiempo sigues modernizándola, y esto es algo que Wes Gordon hace a la perfección. En esta colección su objetivo principal ha sido “buscar el wow”, como él mismo ha declarado. Algo que ha conseguido a la perfección.
La manera que tiene Wes Gordon de encontrar esa expresión de alucinación entre sus asistentes es a través de una impecable sinergia entre los detalles de la propia fundadora y los suyos propios. No se olvida de los emblemáticos polka dots, recurrentes protagonistas de sus colecciones, y que son directamente una herencia que creó la propia Carolina Herrera desde aquel primer desfile de 1981. Unos polka dots que vemos adornando siluetas strapless, vestidos con algún que otro volante o pedrería, o en forma de detalladísimas flores formando chaquetas y faldas. Todo ello combinado en una sublime mezcla de estampaciones, jugando con los tamaños de los icónicos lunares o haciendo compañía a flores estampadas, otro de los motivos que nos hacen pensar automáticamente en esa Good Girl y que, como veremos más adelantes, han sido las principales inspiraciones de la propuesta para la próxima temporada
A esto se le suman también los detalles con lazos, gusto que también comparte Gordon con Herrera, y que vemos dando un toque especial a vestidos y tops, además de un juego de tonalidades que se mueve entre el negro, el blanco, el amarillo, el rojo, el rosa y el azul real exclusivamente. Una paleta cromática que Gordon ha ido construyendo durante estos años al frente de la casa y que le ha hecho viajar en el tiempo a esa Good Girl de alta edad a la que siempre hemos imaginado como el arquetipo de Carolina Herrera, rejuveneciendo unos años, pero sin perder ni un solo ápice de la elegancia suprema que tanto caracteriza a la firma.
Una elegancia moderna que podríamos definir perfectamente con tan solo uno de los estilismos: el que estaba formado por una camisa negra oversized y un mini short en blanco, estilismo acompañado por unas gafas de sol, un bolso y un zapato en punta en el mismo color. Una prenda como la camisa básica refleja a la perfección el ADN de Carolina Herrera, es el significado perfecto de elegancia sin esfuerzo, siendo por ello la prenda favorita del armario de la fundadora. Razón de esto es que sea una de las prendas que siempre aparecen en los desfiles de la marca, y con la que podemos ver esa nueva modernidad que redibuja Wes Gordon.
Y de nuevo, cuando el desfile estaba llegando a su fin, el director creativo volvió a conseguir ese WOW del público con la aparición de una cara que todos reconocieron al instante, la de Irina Shayk. La supermodelo caminó por la pasarela enfundada en un vestido con escote en V y falda en el tan famoso amarillo Carolina, color con el que también adornaron su recogido con un detalle en flor, y color que se convirtió en uno de los protagonistas del desfile.
Y sí, sé lo que estáis pensando. Si conocéis la marca, estaréis viendo que hay muchos más detalles en flor de lo habitual. Si bien es un motivo muy característico de la firma, no lo es tanto de estos años de Wes Gordon. Lo cierto es que, esta vez, para dar esa bienvenida a la primavera, Gordon ha querido inspirarse en este estampado que tanto adora Carolina, pero llevándolo a su terreno. La inspiración principal de la colección han sido las flores de la pintora modernista Georgia O’Keeffe. La primera pista de esto la encontramos en la rosa con la que la firma recibió a todos sus asistentes, acompañada de una postal en la que se citaba, en letra escrita a mano, una frase de la pintora: “He descubierto que hay cosas que puedo decir mediante el color y las formas que no puedo decir de ninguna otra manera, cosas para las que no hay palabras”. Una frase que refleja muy bien la meta de Gordon al hacer una colección, el conseguir hablar a las personas a través de los vestidos, de las formas y de los colores.